La denuncia sobre la conjura para derrocar el gobierno de Martelly está incompleta, luce desproporcionada a partir de la “prueba” presentada a la opinión pública, que fue la grabación de una conversación entre el coronel retirado Pedro Julio Goico Guerrero-- el Pepe Goico de siempre-- y un empresario automovilístico haitiano con amigos y negocios en la República Dominicana, también vinculado a la construcción y a la industria inmobiliaria, un aspecto importante por lo que veremos más adelante.
No es que sea irrelevante la grabación de la conversación entre Pierre Kanzki y Pepe Goico.
Pero no es probatoria y menos concluyente para sustentar una acusación tan seria y formulada por la más alta representación diplomática y del ministerio público de ambos Estados.
Lo que se sabe hasta ahora de Kanzki es que se dedica al negocio de la importación de vehículos, y que además es “motero”, es decir, que tiene como hobby montar motoras de alto cilindraje y participar en rallies y esas cosas, afición que comparte con su amigo Pepe Goico.
Esa amistad llevó a Kanzki a la cercanía del candidato del PRD, Hipólito Mejía, una relación que según cuentan algunos se ha expresado en apoyos económicos personales-- del propio Kanzki- - y a través de la captación de recursos entre gente adinerada de Haití, siempre con la mediación del controversial ex militar dominicano.
Ayer temprano en la mañana Kanzki fue arrestado en Puerto Príncipe. Pero Pepe Goico seguía en libertad, y la víspera había declarado que la acusación en su contra no es más que un show del gobierno que busca afectar las posibilidades electorales de su jefe político. Estaba tranquilo en su oficina y no había sido requerido por las autoridades dominicanas, por lo menos hasta pasado el mediodía.
En la denuncia de la supuesta conspiración contra Martelly participaron el canciller dominicano y el procurador general de la República, el embajador en Haití y el ministro de Información, del lado dominicano, y en representación del gobierno haitiano lo hicieron el ministro de Justicia y el embajador en la República Dominicana Fritz Cineas.
Hay otras pruebas Parecería que se trata de una denuncia ociosa, a juzgar por la prueba que presentaron las autoridades de los dos países, limitada a la grabación de la conversación telefónica entre Pepe Goico y Kanzki. Pero de ambos lados de la isla hay evidencias que comprometen seriamente la responsabilidad de algunos personajes dominicanos y haitianos en propósitos desestabilizadores. Las agencias de inteligencia de los Estados Unidos también poseen esas pruebas.
La denuncia no se ha quedado en los niveles conocidos hasta ahora. Tampoco se trata de una denuncia caprichosa que pretende detener las acusaciones de corrupción que afectan al Presidente Martelly y que en jugada de carambola involucran también a figuras relevantes de la política dominicana que eventualmente salpican al Presidente Leonel Fernández y consecuentemente afectan la candidatura de Danilo Medina.
Es más que eso. Desde hace meses Martelly ha estado asediado por sectores económicos haitianos que se sienten afectados por las actividades empresariales o de negocios que implican las enormes inversiones en la reconstrucción de Haití con fondos que provienen mayormente de la cooperación internacional.
Es ahí donde entra en juego el señor Kanzki, un empresario de bienes raíces que tiene inversiones importantes en la República Dominicana y que se mantiene entre un país y otro haciendo negocios también con la importación de vehículos de motor y llevándolos de Santo Domingo a Puerto Príncipe con liberaciones impositivas que no están del todo claras.
Kanzki es socio de figuras importantes de la política haitiana que se muestran insatisfechas con la cuota de poder y de negocios que les ha tocado a pesar de que en el momento de definición de la situación electoral haitiana, no sólo maniobraron para que Martelly pasara a una segunda vuelta a competir con la señora Manigat, sino que invirtieron recursos y le agenciaron respaldo de otras fuerzas que resultaron determinantes.
Los enojos han venido en el momento de repartir el pastel. A esos grupos-- de los que forma parte Kanzki-- se les ha dado.
Pero quieren más... Nuria como instrumento Nuria Piera fue sorprendida con unos documentos adulterados. Y siguiendo su proverbial instinto de comunicadora osada y resuelta, los hizo público sin percatarse de que la instrumentalizaban en un juego donde ella no tiene intereses más allá de la vehemencia con que ejerce el oficio.
Los organismos de inteligencia tanto dominicanos como haitianos-- y luego los norteamericanos-- tienen todos los detalles de la forma en que operó esta trama. Se sabe de los hackers que manipularon la información financiera de la oficina del senador Félix Bautista, cómo alteraron el nombre del sitio de una construcción para colocar el apellido Martelly, y hasta las sumas desembolsadas en operaciones financieras rutinarias de una empresa constructora para hacer creer que se trataba de dineros recibidos por el Presidente haitiano.
Y como esos organismos están conscientes de que Nuria fue sorprendida y que no forma parte de la trama, se le suministrarán todas las pruebas para demostrarle que fue engañada por sus informantes.
La investigación, por su delicadeza y carácter confidencial, se maneja en los círculos más íntimos de las altas esferas de los dos gobiernos. Pero también participan las agencias de inteligencia de los Estados Unidos.
Cesar Medina