SANTO DOMINGO.— Los Leones del Escogido debieron luchar durante 13 entradas contra los Tigres de Aragua, pero al final el esfuerzo valió la pena. Andy Dirks, quien ya había sido el héroe en el último juego de la final contra las Águilas Cibaeñas, rompió un empate a dos carreras y Erick Almonte pegó un doble que abrió el compromiso para liderar el triunfo de los locales con pizarra de 5-2.
Lo que significa. El agónico y maratónico resultado dejó a ambos equipos en los extremos de la serie. Los dominicanos amanecerán como líderes del torneo, invictos con dos ganados sin derrotas, mientras que el combinado venezolano ha caído en sus dos compromisos y es el único dueño del sótano del torneo.
13 de la suerte. Después de verse silenciados por los relevistas venezolanos buena parte de la noche, Escogido logró sacarse el yugo en la baja del 13. El sencillo de Dirks hacia el jardín derecho contra Jon Hunton, quien cometió el pecado de comenzar la entrada otorgando boleto al noveno bate, remolcó desde segunda a Pedro Florimón y rompió la igualada a dos carreras. Almonte aumentaría después la ventaja al conectarle un batazo contra la pared a Francisco Buttó.
Suicida. Cuando parecía que los bates de los Tigres dormían, despertaron en el cierre del séptimo. Ken Oberkfell dejó al zurdo Juan Pérez iniciar el séptimo contra la tanda de bateadores derechos. Dominó a Gustavo Molina, Luis Maza le sacó boleto y Miguel Rojas dio hit a la derecha. Edgardo Alfonzo saldría luego como emergente, ahora ante José Cabrera, y respondió con sencillo impulsor. Un brillante toque suicida de César Suárez trajo a Rojas con la del empate. Hasta el batazo de Alfonzo, los Tigres tenían de 6-0 con corredores en posición anotadora y habían recibido ocho ponches.
Candados. Ambos equipos se fajaron en una guerra de relevistas desde que Buddy Bailey le quitó la pelota a Tyson Brummett con dos outs en la quinta entrada. Hasta ese último inning contra Jon Hunton, la únicas carreras que permitieron los bomberos de Leones y Tigres fueron las dos que marcaron los venezolanos en el inning séptimo. De resto, aunque recibieron ataques, nunca doblaron la mano. Jerry Gil, Merkin Valdez (ganador) y el cerrador Jairo Asencio (salvador) fueron los héroes anónimos de Escogido.
Oportunidad fallida. Los Tigres embasaron la potencial carrera del gane en la parte baja del décimo segundo, pero como ha sido costumbre en estas dos jornadas, no pudieron anotar. Después que César Suárez comenzó todo con hit, un extraño toque de Héctor Giménez, el tercer bate, lo llevó a segunda. El problema es que perdieron el bate de Adonis García. Ni Alex Núñez, ni Gustavo Molina, pudieron capitalizar.
La jugada. Rojas fabricó la que, por el momento, es el gran engarce de esta Serie del Caribe. El campocorto inició un doble play en la alta del décimo y las bases llenas, lanzándose de cabeza para tomar de un bote una línea fuerte de José Constanza. Desde el piso le pasó la bola a Hernández, quien completó con un buen disparo la doble matanza en la inicial.
Como siempre. El veterano Lorenzo Barceló, abridor del Escogido, hizo lo que mejor sabe hacer, tirar strikes, cambiar velocidades y no meterse en problemas con bases por bolas. Por cinco entradas, volvió locos a los bateadores de los venezolanos y se despidió luego de recibir un sencillo de César Suárez en el cierre del sexto inning. Ponchó a seis y no otorgó pasaportes. Hizo 66 lanzamientos y sólo 14 fueron bola.
El consejo. Dominicana pegó primero al fabricar una en la cuarta entrada. Ya con dos outs y Andy Dirks en tercera base, Tyson Brummett recibió una visita del coach de pitcheo Greg Sabat, quien se habría acercado para hablarle sobre el siguiente bateador, Erick Almonte. Pero Brummett le dejó un pitcheo en el medio al tercera base, que se lo devolvió de hit al jardín izquierdo. Aunque Julio Lugo siguió con doblete, Julio Borbón terminó la amenaza con rodado a los manos del pitcher.
El que no hace. Los Tigres atacaron a Barceló en la baja del cuarto episodio. Giménez y Luis Jiménez hilaron hits tras un out, sólo para ver como entre Pedro Florimón y Julio Luego completaban un dobleplay ante batazo de Gustavo Molina. La jugada pareció quieto en la inicial, pero nadie de Venezuela se paró a reclamar.
Le hacen... A Brummett le duró la gasolina hasta la alta del quinto. Un doblete de Florimón fue capitalizado tras dos outs por un rolling de Pablo Ozuna que pasó muy cerca del guante del segunda base Luis Hernández. No fue un error, mas sí una prueba de que la defensiva no fue el mejor aliado de Brummett.
Lo que sigue. Los Tigres de Venezuela volverán al terreno mañana. A primera hora se enfrentarán a los Yaquis de México. Para ese enfrentamiento, los venezolanos contarán con los servicios del derecho estadounidense Brian Swenney. Los Leones dominicanos chocarán después contra los Indios puertorriqueños. Ese desafío lo abrirá por los locales el cubano Raúl Valdés.
Por efraín Ruiz Patin
ESPNdeportes.com
ESPNdeportes.com
